miércoles, 11 de enero de 2012

OLOR A MIERDA

La cosa está que arde. Paseo por la acera, avenida abajo, y el personal está cabreado. ¡Los políticos han logrado cabrearnos!
Rajoy dice que la EPA de diciembre dará 5,3 millones de parados. (¿Sabes cómo le sienta a los parados la cocaína de los ERE andaluces?. Yo sí). Elena Valenciano dice que las acusaciones contra el hijo de Chaves son "otra campaña".
No hay manera. Somos un país corrupto. ¿Somos o son? La corrupción se generaliza con un "somos" injusto. De risa.
Desde el caso Matesa (1969) a la trama Gürtel, aparecen las corrupciones de Fidecaya, Rumasa, caso Kio, caso Roldán (que se llevó hasta el dinero de los huérfanos), caso Urralburu, Ibercorp, Filesa, Forum Filatélico, Afinsa y caso Gescartera. Que yo recuerde. 
Y estos son los gordos. ¿Cuántos cerdos hay ocultos bajo la oscura y gélida superficie del hielo político?
Y el personal cabreado se pregunta por qué no hay manifestaciones contra la corrupción, los privilegios de los banqueros y la incompetencia de los políticos.
¿Los ciudadanos? Anda y que se roan un codo. 
Y luego acuden y van y se ponen en fila y votan.

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