BEAUTIES

La denominada gente guapa. La cacareada beautiful people de los screen player. El eslogan de una beautiful factory aclara: «Ser guapa no es un atributo... es una actitud». Antes de comer, Anne Igartiburu espolvorea diariamente, meticulosamente, el noticiario de la gente guapa. Bautizos, bodas, uniones, separaciones, amores, desamores, encamamientos y huidas. El televidente evidencia que la denominada gente guapa no es tan guapa. La gente guapa desfila tan cool y glamourosa como las sílfides de la mitología. (Que disculpen Paracelso y Pope: esa seriedad con que las mujeres vanidosas se dirigen al vestidor).  
La gente guapa no ha leído a Johann F. Herbart. Lo siguen sin embargo al pie de la letra. La filosofía práctica de Herbart está dominada por la idea de lo bello. Herbert justifica lo "debido" (lo que hay que hacer, moralmente) en el juicio estético. En lo bello.
Botox y replenador sustituyen a "lo bello". Se conjuntan para rechazar la arruga y aparentar la belleza de la que se carece. O el envejecimiento inaceptable. 
Una cosa es parecer y otra ser.