lunes, 23 de enero de 2012

DESIGUALDAD

Se equivocaba Jean-Jacques Rousseau. Quería el bien de la humanidad. A través del sentimiento y del corazón. Debilidad. Sentía lástima de los seres humanos (abajo las teorías del racionalismo, retournons à la nature). Igualdad, democracia y soberanía del pueblo (sin políticos). Igualdad. Se equivocó. El ser humano prefiere la desigualdad. Es una constante histórica. Las revoluciones no han sido otra cosa que la entronización, a la larga, de la desigualdad. Los desfavorecidos querían tener "los mismos derechos" que los privilegiados. Es un sofisma. Sentimiento en vez de razón. Si los desfavorecidos dejan de serlo, convierten a los privilegiados en desfavorecidos. (Ejemplo: las dictaduras, de derechas o de izquierdas).
Todos somos iguales, dijo el cínico, pero unos somos más iguales que otros. Siempre es así.
La desigualdad anida en el corazón humano. A ver, si no, de dónde sale ese anhelo irreprimible de poseer. Euromillonaria, quiniela, lotería, bonoloto, apuestas. Ser más que el otro.  Desigualdad.
(El final es idiota, pero había que deshacer el rollo patatero que me envolvía). 

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