Cómo va uno a conceder credibilidad a lo que oye, boletines de noticias a todas horas, cada boletín con su santo y seña según la voz de su amo,
cómo va uno a conceder credibilidad a lo que lee, atosigamiento de noticias, cada periódico con su santo y seña según el ideario impositivo,
cómo va uno a conceder credibilidad a lo que ve, pantallas televisivas, cada una con su santo y seña según los poderes económicos de los que se nutren.
Mientras tanto, el Gobierno con sus declaraciones, justificaciones y exculpaciones, casi siempre contrarias a las que ofrecen los medios de comunicación (no afines).
Durante los últimos quince días, me he entretenido en confeccionar un brevísimo florilegio de frases sobre crisis europea y mundial, deuda soberana, órdago de Grecia a la UE con su referéndum, incluido el hundimiento del bono griego, (con el arrastre de España y Francia), salto en el vacío de la cifra del paro, recesión hacia la que Europa resbala con vértigo irreversible y, para terminar, el invento de una nueva moneda para Grecia. ¡Plaff!
Ofrenda de la credibilidad |
Si no me convierto en gilipollas mental, se debe a que el espacio mental de la anomalía ya está ocupado por un alto grado de masoquismo lector inevitable.
Pero, por favor, que no vengan a pedirle a uno, encima, la ofrenda de la credibilidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario