Algunas exposiciones representan el juego del que juega con nosotros. Un juego malévolo (hecho o dicho a mala leche). Perverso (corrompe el estado habitual de las cosas). Impone la idea de la apariencia rompedoramente intelectual, es decir, la idea progreta del arte, a base de ignorancias contundentes.
¿El arte es arte o sólo es arte la obra que realiza un determinado artista, siempre famoso, naturalmente?
¿El arte es arte aún en la oscuridad del anonimato o sólo es arte la obra aplaudida por los críticos de arte?
¿La obra es obra de arte porque la ha creado tal artista y no lo es si su creador es un tip(ej)o desconocido?
Pongamos el caso de un falsificador avezado que le vendió un supuesto cuadro de Pieter Brueghel a un tío abuelo mío, por parte de padre. Los herederos quieren venderlo porque prefieren un chalet en Oropesa de Mar antes que contemplar diariamente el claroscuro infernal del cuadro.
El caso es que el tío (el falsificador) reprodujo con asombrosa exactitud milimétrica el cuadro de Brueghel, la misma técnica, la misma maestría en la realización de una escena obsesiva y diabólica. Arte.
A su vez, la crítica especializada, utilizando medios digitales y electrónicos, concluye que el cuadro es falso. Fue pintado, probablemente, por un tip(ejo) que no lo conoce ni la madre que lo acunó.
Pregunta analfabeta: ¿Por qué el cuadro de Brueghel es obra de arte (con un valor incalculaaaaaable) y la reproducción que compró en tiempos de Canalejas mi tío abuelo no es obra de arte?
Pregunta analfabeta: ¿Por qué el cuadro de Brueghel es obra de arte (con un valor incalculaaaaaable) y la reproducción que compró en tiempos de Canalejas mi tío abuelo no es obra de arte?
Respuesta: porque la obra de arte sale del nombre del artista (famoso). El desconocido ni es artista ni nada. Su obra no es arte (no vale un euro, vamos).
¿Arte o qué? (Continuará mañana)
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