viernes, 4 de noviembre de 2011

DE PALABRA

Empobrecimiento. Mítines. Abundancia verborreica.  Devaluación de la palabra. Contribuye a ello su esencia fugaz. La palabra hablada nace y muere simultáneamente. Su cadáver diminuto va a engrosar el cementerio de lo efímero. Verba volant. Scripta manent. Pero voy a otra cosa.
No sé cuánto tiempo permanecerá la palabra escrita. La iconoclasia ortográfica se abre paso a velocidad cibernética.
Para qué el empeño de la ortografía. Para qué la implantación de unas reglas de uso obligado cuando la práctica diaria las va arrojando al cubo de la basura escrita.
Quizá tuviera razón García Márquez cuando se manifestó a favor de la abolición de la ortografía, esa esclavitud escolar supeditada al latigazo del suspenso.
Con la utilización del móvil se han hecho añicos las reglas ortográficas. La economía lingüística de André Martinet se está convirtiendo en economía ortográfica de uso irreversible. 
La puntilla de la ortografía


MNSJS D MV.hl conxi.a dixo mikl q xq no t viens sta noxe xa ca.cnt.no t kds en cas. t kiero. 1b. 
(Supongo que habrá que traducirlo: MENSAJES DE MÓVIL. Hola, Conchi. Ha dicho Mikel que por qué no te vienes esta noche para acá. Contesta. No te quedes en casa. Te quiero. Un beso).
Definitivo. El 1b es la puntilla de la ortografía y la estructura labial de la palabra.

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