(Para dejar en paz las elecciones, la crisis, la deuda soberana y la madre que las alumbró, voy a dedicar unos días a hablar de arte y artistas).
Vi la otra noche la película o reportaje o documental o lo que fuera de Orson Welles titulado Fraude.
Me acometió la duda de siempre sobre el arte y los artistas.
¿Quién juega con nosotros en la cosa del arte?
Porque hay quien juega con nosotros.
Esto del juego sería intrascendente, como todo juego, si no se mezclase con el asunto del dinero (como todo juego).
Desde el momento en que el arte se mezcla con la cosa del dinero, se acaba el juego (o se incrementa el juego).
Los miles de millones de euros que anualmente mueve el mundo del arte impulsan al engatuse del personal con la venta del humo cromático que termina siendo un capichuli efímero.
¿Existe el arte, considerado en sí mismo, o es el artista el que hace el arte?
(Continuará mañana)
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