Cuentan que fueron a echar mano del Fondo de Reserva para actualizar las pensiones. De Guindos le dice a Montoro:
—Cristóbal, vamos a echar un vistazo a la caja, a ver cómo anda.
Abre la caja y mira con sorpresa (no mucha) la miseria que queda, después de haberla desvalijado impunemente.
—Anda, si no hay ni un euro —dice Montoro—, pues no sé cómo vamos a pagar la extra a los pensionistas.
—Bueno, venga, Cristóbal —responde De Guindos—, coge los tres o cuatro mil millones quedan, que eso es una pizca, y con eso no hay ni para el uno por ciento. Tú vas y le dices al jefe que no había nada.
Luego van a ver al jefe y le dicen:
—Nano, que no hay dinero en la caja, ¿qué hacemos?
Nano (o sea, Mariano) le dice a Montoro y a De Guindos:
—Nada. No vamos a hacer nada. Nosotros, con nuestro ejercicio de responsabilidad, decimos que hay que esperar a noviembre para ver si es "asumible" actualizar las pensiones, y ya está.
Luego, cuando se dio la vuelta y Montoro y De Guindos salen del despacho, se oyó que Nano decía por lo bajino (y con una sonrisa siniestra): "Una de dos: o subo otra vez el IVA, o le pongo un impuesto a los pensionistas por cobrar la pensión cada mes, otro a los parados por estar parados y otro a los funcionarios por servir a la función pública".
*Agradezco a Ángel González la idea y el cuerpo del relato.
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