EL PIJO ÁCRATA

El juez Pedraz

El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz archivó ayer la causa abierta contra ocho de los convocantes de la manifestación del 25-S frente al Congreso de los Diputados, al considerar que no existe delito contra las Instituciones del Estado.
Bien. Esto puede considerarse 'legal' dentro de los límites jurídicos. Lo que ya no es tan 'legal' es que emita opiniones extrajudiciales, porque él es juez, no sociólogo. En este sentido ha criticado la actuación de la policía al considerar que "hubo un claro exceso" en sus funciones. Y añade, haciendo literatura, que la protesta "se fundamenta en la libertad de expresión, máxime ante la convenida decadencia de la denominada clase política". Joder con el juez Pedraz. O sea, si los manifestantes, dado el caso, protestasen ante la Audiencia Nacional dada la convenida decadencia de la denominada clase judicial, el juez Pedraz también los absolvería (aunque es notorio y convenido el gravísimo deterioro de la Justicia). 
Pijo ácrata. Así lo ha retratado Rafael Hernando (PP). Es indecente que un juez hable de la decadencia de la clase política, ha dicho. Por su parte, Rafael Simancas (PSOE) se pregunta si habrán quitado los espejos en los juzgados (será por aquello de que no ven la viga en el ojo propio) y llama a Pedraz "el juez lenguaraz". 
Ocurre que los jueces estrella olvidan que les pagan por ser jueces, no por manifestar sus opiniones o, como dice Rodríguez Ibarra, se consideran estrella porque entran en la Audiencia Nacional por la puerta en vez de por la cochera.