¿Deporte o negocio mundial? |
Hoy empieza la Liga de fútbol en España. La liga de las Estrellas. La liga BBVA. Es decir, las estrellas (futbolistas) rodeadas de dinero (BBVA). Deporte, poco. Es triste.
El fútbol ha perdido su virginidad. La inocencia
del harpastum que llevaron a Britania las legiones romanas se ha
convertido en una obsesión monetaria sin límites. La ingenuidad del Tsu-Chu
que los miembros de la dinastía Han (296 a .C.) mostraban para introducir entre pértigas de bambú una pelota
golpeada con el pie, se ha convertido en una intencionalidad antideportiva que
deja tiritando eso del juego limpio. La educación renacentista que mostraban
los caballeros de Florencia en el gioco del calcio cuando lo practicaban
en la Piazza
della Signoria el día de san Juan, se ha convertido en una agresividad
antideportiva y rencorosa, arquetipo de la venganza ancestral que, no creas, va
a ser difícil de erradicar por mucho que Mariano Rajoy se reúna con los altos
estamentos del fútbol para lo del bla, bla, bla.
A pesar de todo, uno sigue siendo aficionado al fútbol y me
duele su decadencia deportiva, y odio su sobredimensión en millones de euros, qué le vamos a hacer, porque resulta difícil, y
doloroso, arrancarse de cuajo las idolatrías iconográficas infantiles. Toda la
vida he sido Atlético. Así que me arrellanaré en mi sillón
preferido con una buena cerveza fría y unos pistachos para no perderme el Atlético de Madrid-Levante, mañana a las 23:00 horas, una hora extraña, acomodada a los intereses económicos de las teuves y de la FEF. ¡Chupópteros!
No hay comentarios:
Publicar un comentario