miércoles, 19 de mayo de 2021

        

                                CRÓNICAS DE RADIO POPULAR

                                                DESDE CORIA


            El hombre en el tejado.

    La inundación del barrio de Las Eras, en Moraleja.

    Pérdidas en la agricultura.

 


14 de enero de 1970

 

El año 1970 de ha presentado revoltoso y trae sacada de sus casillas a la meteorología. Abundan los chubascos, fuertes e intensos, y el agua, cansada de cauces, salta todas las barreras y bate records de inundaciones, en reñida competencia hidrográfica.

Por esto el tiempo se hace noticia en estos días, y salta la anécdota. En Coria ha habido alguien que, sin miedo a los aguaceros, se fue a cultivar su huerta. Era el atardecer. Estando en estos menesteres se vio sorprendido por la riada y el desbordamiento del arroyo del Valderrey. Rodeado por las aguas, no tuvo más remedio que subirse al tejado de la casa, donde se vio obligado a permanecer hsta las once de la noche: tuvieron que rescatarlo con un landrover.

En Moraleja, y en el denominado barrio de “Las Eras”, se inundaron varias calles, llegando las aguas a alcanzar un nivel de más de 60 centímetros en algunos puntos. El agua penetró en los hogares y puso en serios aprietos a los moradores. Hay que resaltar que todo el vecindario acudió en ayuda de los damnificados y, aunque las pérdidas han sido de consideración, no ha habido que lamentar desgracias personales. A causa de las inundacio­nes también se derrumbaron dos casas. Al final todo quedó salpicado de barro y de sustos.

Donde ya comienzan a lamentarse de las pérdidas ocasionadas por las lluvias es en la agricultura. Según apreciaciones particulares no oficiales, los daños que el mal tiempo ha originado en la cosecha de algodón han sido muy cuantiosos. Las pérdidas se calculan en un 45 por ciento con respecto a la cosecha del año anterior que, precisamente, indicó unos bajos porcentajes en la recolección, según los cálculos previstos. El algodón es un producto que ha tenido buena salida comercial, hasta ahora.  Naturalmente, el agricultor, ante las buenas perspectivas económicas, se dedicó por entero a su cultivo. Durante los tres últimos años, la producción ha venido a menos porque, dígase lo se diga, el clima en esta zona no es estacionario: el clima se mueve entre el rigor de la meseta castellana y la temperatura cálida del sur, por lo que resulta que el clima que tenemos no es ni lo uno ni lo otro. Y el algodón requiere un clima estacionario cálido. Por esta causa, el agricultor se desalienta y afirma que, al año que viene, se dedicará a otra cosa.

 

Desde Coria, para Radio Popular de Cáceres, J.G.

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