BLOGS
JUAN GARODRI
Pues mira tú, que con lo
del blog el personal se hace tan interesante y se le infla el ego con el aire
de la petulancia. Me dice el cagaleches que si voy a votar en las europeas. Le
digo que no y me responde con la estupidez de siempre: «pues luego no te
quejes». Como si el hecho de votar elevara a la categoría de preferencias
deseables tu opción a la queja. Y aunque fuera así tampoco te harían caso. Lo
que interesa al ciudadano de a pie, puestos ya en plan urbanita y acerero, es
que el ayuntamiento de su localidad o la Junta que gobierna su comunidad autónoma solucione
esos enmarañados problemas institucionales que cada uno tiene de vez en cuando.
Pues no, no los solucionan. Andan con lo de la Interacción de los Pueblos,
la Alianza de
Civilizaciones, la Igualdad
y la Noviolencia
(todo junto lo escriben), la
Libertad personal de la Mujer (aunque tenga 16 años, que no sé yo si es
mujer aún, bien que el aumento de las hormonas femeninas provoque el desarrollo
de los senos y el vientre, pero esa transformación la sufre el cuerpo femenino
después de la pubertad y sigue siendo el de una niña, a ver si a esa edad son
consideradas ‘niñas’ si sufren una agresión sexual y son consideradas ‘mujeres’
si se embarazan), en fin, decía que el hecho de votar no te da patente de
protesta.
Haz la prueba.
Preséntate en una institución y dices al funcionario o funcionaria, más bien
funcionaria, que no estás de acuerdo con la cuantía de la tasa de recogida de
basuras, por ejemplo. ¿Y qué?, dice la funcionaria, y tú: pues nada, que como
he votado pues vengo a quejarme. Y va la funcionaria y se levanta y te ofrece
una silla.
Yo, para quejarme,
utilizo el blog. A sabiendas de que mi queja caerá en la infinitud del vacío, un vacío de cerca
de 90 millones de blogs que conforman la blogosfera (según Dave Sifry), me
transformo a veces, no mucho, la verdad, en un blogata desconocidamente humilde
que lanza a la inmensidad del espacio bloguero el granito de arena de su queja.
Pero como si nada. La mayoría de los respondones lo consideran una chorrada,
que más me valiera irme a espárragos que escribir despropósitos.
Y para eso está el blog.
Para que la meada mental (opiniones) fluya.
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