CONDUCE COMO
PUEDAS
JUAN
GARODRI
La semana pasada hablaba de la carretera Ex-109.
Plasencia-Coria-Moraleja (una de las cuatro vías con más tránsito
automovilístico de Extremadura, según dicen)-Perales del Puerto-límite con la
provincia de Salamanca. Vuelvo a lo mismo. Mis alucinaciones circulatorias.
Esto de conducir se ha convertido en un ejercicio
arriesgado que no lo era antes. Obviedad.
Lo recuerdo porque las cosas obvias se olvidan fácilmente. Pero si
circulas al empezar la noche por la citada carretera autonómica, tus ojos se
convierten en un par de cojones de mico. Lanzas al cielo los gritos de la
eyaculación imprecatoria y te ciscas en el tipo o tipa que te viene de frente,
se te echa literalmente encima con un solo ojo, cíclope motorizado y mitológicamente
malformado porque el ojo no lo tiene en la frente sino en uno de los laterales.
No sabe bien usted, puede creerme, la exagerada cantidad de coches tuertos que
circulan de noche, los muy ciclopeones.
Otros hijos de ruta te escupen la luz larga, y la mantienen, a pesar del
tímido y fugaz aviso luminoso con que tú los adviertes. Y no digamos nada de
los desaprensivos (uso palabra suave) que, con las luces altas y ostentosas,
depredan asfalto y desafían el castañazo al que casi obligan al que les viene
de frente.
Pero ¿y las flamantes máquinas de altivos potentados,
tecnología punta y al menos doscientos y pico de caballos, esos nuevos ricos de
los coches de más cuarenta mil euros, repletos de seguridad activa y pasiva?
Estos tipos chulescos te rajan las pupilas con sus potentes faros bi-xenón,
orlados de diodos lumínicos que les permiten ver perfectamente la calzada a lo
lejos, pero a ti te destrozan los pocos bastoncitos que alimentan la
pigmentación visual de tu retina, y te caducan la visión nocturna. ¡Plaf! Ciego
durante varios, interminables segundos, suficientes para darte la moña. Y que
avisen al 112.
Así que habrá que soportar el sublimado corrosivo de
quienes piensan que la calzada es suya y, si van detrás de ti, te persiguen
con ráfagas luminosas porque hay que ser
huevazos para circular a 100 kilómetros por hora solamente.
Sentado en un angelismo tal vez improcedente,
pregunto: Durante la noche ¿dónde se hallan apostados los de Tráfico, tan
prestos a la multa cuando la luz diurna nos hace tan visibles?
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