CRÓNICAS DE RADIO POPULAR

           DESDE  CORIA

Un hombre resulta herido en el cuello por asta de toro, y un joven en el           muslo.

Por la gravedad de las cornadas, tuvieron que ser trasladados a Cáceres.

El paseíllo y la llave del toril.

El toro que se va a la Isla.

 

27 de junio de 1969

 

 Las fiestas siguen dando la función que todos esperaban. Ayer noche se celebró el tercer encierro del toro al que a continuación se dio lidia en la plaza, para salir después por las calles a recorrerlas sin parar. Esto es lo que agrada al público, porque es el principal motivo para despejar y alegrar los cuerpos somnolientos de los días anteriores.

Hubo un percance inesperado: el toro corneó a un hombre, a primeras horas de la madrugada, en la plazuela de la Cava, y hubo de ser trasladado urgentemente al hospital de Cáceres. Parece ser que la cogida fue grave, y también muy aparatosa^[1]. Se dio muerte a este 5º toro de la serie a las 6 de la mañana.

Por la tarde, ayer día 26, se procedió al “paseíllo”, costumbre muy vistosa y muy aplaudida por el público: poco antes de salir el toro, entran en la plaza dos caballos montados por jóvenes con trajes camperos, acompañados de la Reina y Damas de la fiesta. Dieron la vuelta al ruedo ganándose los aplausos de la concurrencia. Después de pedir permiso a la autoridad competente, se les entregó la llave del toril de donde salió el astado, que dio muy buena función. Fue el toro que más ha agradado al personal porque recorrió todo el recinto amurallado varias veces.

Ocurrieron los incidentes propios de estas fiestas: desde pisotones, caídas, magulladu­ras, objetos perdidos, hasta una cogida no menos grave que la del día anterior: le tocó la china a un joven de Garrovillas, con domicilio en Coria, que recibió una cornada en el muslo. Fue trasladado a Cáceres y aún no tenemos noticias concretas de su evolución clínica. Terminó el festejo sobre las 9 de la noche.

A las 3 de la madrugada de hoy se esperaba la llegada del 7º toro, que se escapó del recinto y fue a parar al lugar de la Isla^[2]. Con suerte, los caballistas consiguieron volverlo pronto a la ciudad para estar a estas primeras horas de hoy corriendo al igual que los anteriores por todas las calles.

 

Desde Coria, para Radio Popular de

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^[1] El hombre que recibió la cornada falleció a consecuencia de ella en el mes de diciembre de 1969. La cogida fue en el cuello y no logró recuperarse, por lo que resultó mortal.

^[2] Todavía no se habían instalado las talanqueras en el trayecto del encierro. La única defensa de los corredores estaba en puertas y rejas.