Puesto a pensar, recuerdo las ocasiones en que he sido multado por la policía de tráfico. Todo español que se precie ha sido multado por la policía de tráfico. Circulas tan contento pensando en La Roja y, de pronto, observas que alguien te saluda a lo lejos. No es un saludo. Es una orden. Tienes que aparcar, y multa. La sensación de animal cazado se superpone a las demás sensaciones. Pienso: ¿salvar vidas o recaudar? POR SU SEGURIDAD, dice el anuncio. Y una mierda. La cuestión es que hay mucho loco suelto por ahí. De acuerdo. Pero también hay mucho pardillo que cae en las redes que se tienden para cazar a los locos.
A día de hoy te cazan con radar. Una diminuta caja aloja el sistema. Se llama Autobox. Dentro está el cinemómetro: Autovelox. La cámara está dotada de sensores láser que calculan la velocidad del vehículo y el carril por el que circula. «Ya están aquí los radares láser. Ojito con ellos». Este aparato denominado AUTOVELOX no es detectable por ningún sistema antirradar del mercado en el mundo.
Espero que el “aviso” valga, al menos, para conseguir que los pardillos modifiquen la trayectoria de su vuelo y se alejen del peligro de la red cazadora.
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