Tacones altos (click)
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Lecturas
buenas y malas. Con este arriesgado título, temerariamente metonímico, el P.
Garmendia de Otaola, S.J., publicó un voluminoso libro, en rústica, que
titulaba así, nada menos: Lecturas buenas y malas. La obra constituía
una referencia obligada para elegir lecturas que no precipitaran tu alma en las
llamas ardientes y sulfurosas del infierno. Una obra para elegir lecturas buenas,
digamos. Ahora el infierno es la "violencia machista" y, en consecuencia, se prohíben elementos capaces de inducir a ella. Y así, la Junta de Andalucía, sin tener en cuenta la corrupción de los ERE's ni otras muchas, infinitas, corruptelas institucionales, qué tendrá que ver una cosa con la otra, claro, pues va el Instituto de la Mujer de la Junta de Andalucía y reprueba Cincuenta sombras de Grey, de E.L.James, novela que incita a la violencia machista o, lo que es lo mismo en este caso, novela que provoca que los tíos se pongan más salidos que el cuerno de Belerofonte (no se sabe con certeza si se tiró a Estenebea). Continuando en su afán benéfico y moralizador, pues va doña Ana Soledad Ruíz, titular del ya citado Instituto de la Mujer, y reprueba también el uso de los tacones altos. Los tacones altos no solo son perjudiciales para la columna vertebral y la artrosis, también lo son para los tíos que ven unas caderas sobre tacones altos y se tiran a ellas como los chinos al flan. Lo que no sé yo es qué van a hacer los fabricantes de tacones altos.
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