No pretendo tener razón. Lo que para mí es acertado, puede ser desacertado para otros.
jueves, 1 de noviembre de 2012
MICRORRELATO DEL POETA BEBEDOR Y LIBRE
Cuenta la leyenda que en la segunda mitad del siglo XIX vivía en París un hombre de gran talento llamado Charles Baudelaire. Empleó su talento en escribir poesía, principalmente, y trastocó la visión que la sociedad tenía de los escritores, seres respetables y sofisticados que cultivaban el arte para mayor gloria de Dios y de los hombres. Su vida de bohemia y excesos, el vino, el ajenjo, el hachís y la prostitución, y la visión del mal que impregna su obra (Les fleures du mal), consiguieron que lo tildaran de poeta 'maldito'. Tuvo varias amantes y escandalizó a París por sus relaciones con Jeanne Duval, hermosa mulata que inspiró muchos de sus mejores versos. Murió sifilítico y hemipléjico pero fue un hombre libre de medio cuerpo para arriba y de medio cuerpo para abajo (antes de la enfermedad, naturalmente). «Solamente es igual a otro aquel que lo demuestra, y solamente es
digno de libertad aquel que sabe conquistarla», dijo (antes de la enfermedad, porque la sífilis lo dejó sin voz). Y se murió del todo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Buen tipo, a pesar de mujeriego y bebedor. Al menos, no tenía prejuicios y hacía lo que le daba la gana. Supongo que así era feliz. Me gusta aquel otro dicho suyo: "Para no ser los esclavos martirizados del tiempo, embriagaos, ¡embriagaros sin cesar! con vino, poesía o virtud, a vuestra guisa".
ResponderEliminar