No pretendo tener razón. Lo que para mí es acertado, puede ser desacertado para otros.
jueves, 29 de noviembre de 2012
LA MUERTE DE LAS IDEOLOGÍAS
Las ideologías son la leche, sobre todo si
es una ideología contraria a la que alimenta tus descomposiciones neuronales.
Hay quien asegura que la sociedad actual está totalmente mediatizada
(idiotizada) por el consumismo.Irreversible identificación con la
falta de valores. Esta ausencia de valores tiene una causa: la desaparición de
las ideologías. Toda ideología, que en el plano teórico desarrolla un cuerpo de
doctrina coherente, en el plano práctico se traduce en unos comportamientos que
empujan a actuar en un sentido determinado: son los valores inherentes a esa
ideología. Así que, oh lector, si la sociedad carece de valores es porque las
ideologías (soporte de esos valores) se han derrumbado. ¡Cataplaff! A la muerte
de Dios, aseverada por el irracionalismo intuicionista de Nietzsche, se une
ahora la muerte de las ideologías, o al menos su infarto de miocardio. Pero no
te turbes, lector conspicuo, que para eso están Macridis y Hulling dispuestos a
la implantación del bypass ideológico. Sostienen los tíos que de morir las
ideologías, nada. Que las ideologías perviven y constituyen en sí mismas el
‘sustento’ actitudinal de todos y cada uno de los seres humanos. ¿Entiendes,
tronco? ¿Entiendes por qué la zarabanda de Artur Mas se mantiene en
plena efervescencia? La ideología. Eso de que la pela es la pela no deja de ser una descalificación. Artur Mas sostiene su idea independentista porque la ideología catalana se lo exige. No porque quiera asustar al Gobierno español para conseguir los euros que taponen los agujeros de la Generalitat.
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