El diálogo es la esencia tonta del bloguero |
Haz la prueba.
Preséntate en una institución y dile al funcionario o funcionaria, más bien
funcionaria, que no estás de acuerdo con la cuantía de la tasa de recogida de
basuras, por ejemplo. ¿Y qué?, dice la funcionaria, y tú: pues nada, que como
he votado pues que vengo a quejarme. Y va la funcionaria y se levanta y te ofrece amablemente una silla.
Yo, para quejarme,
utilizo el blog. A sabiendas de que mi queja caerá en la infinitud del vacío. Un vacío de cerca
de 90 millones de blogs que conforman la blogosfera (según Dave Sifry). Me
transformo a veces, no mucho, la verdad, en un blogata desconocidamente humilde. Lanzo a la inmensidad del espacio bloguero el granito de arena de mi queja.
Pero como si nada. La mayoría de los respondones lo consideran una chorrada. Que
más me valiera irme a espárragos que escribir despropósitos.
Yo, sin embargo, considero que para eso está el blog.
Para que la meada mental (opiniones) fluya. Porque los hay que somos muy meones.
Juan, yo creo que nosotros hacemos bien con escribir en nuestros blogs. Sabemos que solo nosotros nos leemos mutuamente (siempre cae algún despistado). Pero en esa infinitud de vacio en donde navegan nuestros humildes blogitos siempre hay fantasmas que lo mismo nos dan una palmadita y se "la guardan" a esos malditos corruptos.
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