miércoles, 16 de mayo de 2012

EL HECHO DE ESCRIBIR

Si no se lee no se escribe. Pero da igual. En una sociedad como la nuestra, una sociedad tan informada, no es importante el hecho de leer. Aunque la sociedad no esté formada, está muy informada. Las cadenas de televisión y las emisoras de radio informan a diario, con la sobreabundancia de las moscas en el vertedero, acerca de los acontecimientos regionales, nacionales, internacionales. Son las fuentes principales de las que el gentío bebe la información. (Los libros no; con la lectura duele la cabeza). La sed del personal es insaciable, así que las citadas fuentes hidratan, oxigenan, refrescan e incluso nutren de atosigante información las neuronas cognitivas del gentío, realzadas por su capacidad opinante. Si alguien opina, es que está informado. No hay más que ver los ingeniosos y cultos mensajes de opinión, de exquisita ortografía, que aparecen en algunas cadenas, esas franjas horizontales que se deslizan interminablemente en la parte inferior de la pantalla: «t kiero susi eres la mejor», «la + wapa eres tu belen no agas kaso», «techaría un polviyo rayano pq estás mu wna bs», «me das asko tía ponte un kandao en los morros», y otras excelentes muestras, parecidas e incluso mejores, del informado caletre del gentío. De lo que se deduce que no es necesario leer para escribir. 

1 comentario:

  1. Oye, podías hacer un tratado sobre la scrtura y ortgrfia del msjdor ¡ké frss + guenas as puesto tio!

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