Me ha salido larga la entrada. Para no aburrirte, lector conspicuo, la divido en tres partes. Hoy corresponde la primera. Dice así: Pensé que era un pleonasmo. Pero no.
Naturalmente, meditación espiritual. Estos (norte)americanos es que son
capaces de practicar el surfing con papel de estraza. Ahora nos salen con los
beneficios de la meditación espiritual. Jo, tío, es el descubrimiento del
mediterráneo interior. Meditación espiritual versus meditación secular. Lo ha conseguido un equipo de la
universidad de Ohio, la Bowling Green State University. (Que viene a ser algo
así como la Universidad Estatal de Campo de Bolos. ¿Será un bolo la cosa de la
meditación espiritual?). Resulta que el equipo investigador ha descubierto que
«la meditación espiritual es más relajante y eficaz contra el dolor que la
secular». La contraposición no es adecuada si, según entiendo, la noticia
atribuye a la meditación espiritual el hecho de pensar en Dios y sus divinos
misterios y, por el contrario, a la meditación secular se atribuye el pensamiento que gira
alrededor de uno mismo. Saben ustedes, esas frases sacadas de los florilegios
norteamericanos (Selecciones del Reader’s Digest, por ejemplo) para estimular
la autoestima: estoy contento, soy
feliz, la vida es bella, beneficios del cepillo dental eléctrico, a la ancianidad sin el
tabaco, media hora de footing diario. Cosas así. (Continuará mañana).
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