LA CANDIDEZ MILAGROSA DEL BARÇA Y DEL MADRID

Ronaldo y Messi haciendo previsiones

Era algo milagroso. La remontada se sostenía en algo milagroso. Y lo milagroso es precisamente lo que excede a las fuerzas y facultades de la naturaleza. Un imposible físico: caminar por encima del agua sin hundirse, caer en el fuego sin quemarse, lanzarse al vacío desde un décimo piso sin despachurrarse contra el suelo, etc. Pero mira por donde, la prensa deportiva (escrita y televisual) sermoneó durante toda la semana, como clérigos trasnochados, engañando al gentío con el sonsonete de que los milagros existen. Tiene guasa la cosa. Ahora que casi todo el mundo ha aceptado la majadería intelectual de Nietzsche, esa que asegura que Dios ha muerto, van los medios y pretenden convencer al gentío de que existen los milagros. En realidad querían convencerse a sí mismos de "la remontada". Porque no es moco de pavo ni tocino de oveja la pérdida que les ha supuesto la eliminación del Madrid y del Barça. En venta y en publicidad. Ha sido lastimoso. La Alemania disciplinada y trabajadora  ha triturado a la España del paro y las castañuelas. Angela Merkel ha respirado. Rajoy se ha escondido debajo de la alfombra.