martes, 21 de mayo de 2013

LA PROFECÍA DE JULIO ANGUITA

A estas alturas de la historia, no es un descubrimiento del Mediterráneo exponer las cualidades de Julio Anguita. Como persona es un hombre honrado e inteligente. Como intelectual, es un referente en el pensamiento de izquierdas. Lo sorprendente de Anguita (para mí, para otros quizá no) es su capacidad adivinatoria. Una clarividencia propia de los augures, aquellos adivinos del sacerdocio romano que predecían el futuro. En la fiesta del PCE en 1996, dijo: «Cuando el Banco Central europeo se constituya, tomará decisiones, y los políticos no podrán tomar decisiones. Es decir, los elegidos por el pueblo para que tomen decisiones según el programa que han presentado, no podrán tomar decisiones, porque las tomarán los que están controlando el BCE, gente que no ha sido elegida por ningún pueblo europeo». ¡Qué! ¿Os ha gustado la adivinanza? ¿No? ¡Pues acertó de pleno! Y añadió, con razón política: «La moneda única, según Maastricht, es poner como primer objetivo los ajustes contables macroeconómicos y relegar a un segundo lugar los derechos sociales recogidos en nuestra Constitución y en la Declaración Universal de los Derechos Humanos». Yo lo dije hace unos meses: la ingeniería financiera tiene cogidos por los cataplines a los políticos. Ni mandan ni gobiernan.

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