Tomo el título del excelente artículo de Antonio Muñoz Molina, "Memoria crítica", publicado hoy en Babelia (29-03-2013). Hace años, modestamente, ya insistí yo sobre el tema en alguno de mis articulejos en el HOY. Ahora pueden apreciarse con nitidez los efectos devastadores de la Logse, esta Ley que se ha cargado la enseñanza para alzar el falso ídolo de la educación. Lo digo no por ir contra la 'educación', sino por el efecto manipuladoramente ideológico que los políticos han pretendido dar a la educación. ¡Abajo los conocimientos! ¡Arriba la educación! Una estupidez política, porque los comportamientos y actitudes (la educación) tienen que ir parejos con los contenidos y conocimientos (la enseñanza). Dice Muñoz Molina: "¿Quién necesita aprender nada si todo el conocimiento está fácilmente, risueñamente disponible, con solo teclear en un teléfono móvil?". Y así nos luce el pelo. El personal goza dentro del analfabetismo. Dispone de escasos referentes conceptuales. Dado que estos referentes ("contenidos" adquiridos por medio de la enseñanza) son la defensa individual contra la invasión ideológica, el engaño y la mentira diarios, al poseer escasos referentes conceptuales los ciudadanos se encuentran indefensos. Consecuencia: tragan todo cuanto les echan, con voracidad, como los borregos alfalfa. Ideología, fútbol, sexo, copas, programas televisivos cutrefactos y tecnología punta. De espíritu crítico, nada. Es mejor vivir en el vacío.
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