Así que venta de preservativos en los institutos. No creo que
este revuelo haya favorecido la justa opinión que la adolescencia se merece por
parte de la sociedad. El gentío piensa que los chicos/as van al instituto
exclusivamente al cachondeo (acepción 2 del DRAE) y al gomeo. Ahora me explico la actitud zumbona de
algunos conocidos. Pero qué coño enseñáis en las clases, te dicen, que andan
los chavales/as como salidos/as, a ver si no por qué todo este revuelo de los
preservativos. Y a ver para qué van al instituto, continúan, me parece que
aprenden más de la cuenta, porque si hay que proporcionarles gomas será porque
andan follando a todas horas... Lo que no se explica el personal es dónde,
cuándo y cómo desarrollan los chavales/as su actividad sexual en los
institutos. Desde las ocho de la mañana hasta las dos de la tarde están
atareados en la dinámica de las clases y las tareas escolares. Es prácticamente
imposible que durante los escasos minutos que median entre clase y clase corran
como locos a echar un polvo matutino. ¿Dónde? ¿En los pasillos? La afluencia
continua de grupos que se trasladan desde su aula a la de tecnología, a la de
música, a la de visuales, a la de plástica, a la biblioteca o a los
laboratorios convierte el acoplamiento en una tarea trabajosa e impracticable. ¿En
los váteres? Como no sea durante el recreo, no parece probable. Y así y todo,
tampoco parece probable porque, generalmente, los conserjes se encargan de que
aulas, pasillos y otras estancias queden libres de estudiantes durante los
recreos, de manera que todo el personal se desplaza a los patios, o al exterior
del instituto, a lo del bocadillo y el cigarro.
Llegados a este punto me dicen que no, que lo de la venta de
preservativos en los institutos no es a causa de que los chavales/as anden a
todas horas con el quiqui a cuestas por pasillos y rincones, sino para evitar
embarazos no deseados en las adolescentes, y que las relaciones sexuales las
mantienen generalmente fuera del instituto. ¡Joder!, exclamo sin poder
contenerme (provocado quizá mi exabrupto por analogía semántica), entonces ¿por
qué tienen que colgar la caja de preservativos en el instituto y no la cuelgan
en la puerta del Ayuntamiento promocionada por la concejalía de cultura y
juventud, que tanto promociona? Ah, dijeron.
Si es que algunos "conocidos" de ese "gentío" del que tú comentas son mentes calenturientas, zoquetes frustrados que se creen que la chavalería (con perdón) anda por ahí trajinando tal y como imaginan (aquellos) bajo su delirante mentalidad. ¡No, si todavía la culpa de atropellos, indecencias y golfeos de nuestros políticos y poderosos la van a tener los chavales! ¡los pobre...!
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