sábado, 14 de diciembre de 2013

DE LA CONDICIÓN HUMANA

Nadie como André Malraux señaló la soledad frente al destino y la dignidad frente a la adversidad como lo expresa en su novela La condición humana cuando narra la masacre de Sanghái, en abril de 1927, en la que el ejército de Chang-Kaï-Chek detiene y ejecuta a los obreros y sindicalistas pertenecientes al partido comunista.
Quizá Nelson Mandela también haya tenido que sobrellevar la soledad frente al destino y mantener la dignidad frente a la adversidad. Toda su vida ha sido una lucha constante para conseguir la igualdad racial que inició en 1955 con la adopción de la «Carta de la Libertad» que incluye el principal programa de la lucha contra el apartheid.
Me ha entristecido, sin embargo, la condición humana, no la de Mandela, la nuestra, la de Occidente, la de Europa, que lleva diez días exaltando, magnificando, sobredimensionando la figura de Mandela, los medios de comunicación visual y escrita (les ha venido de perlas para rellenar páginas y telediarios) han desbordado los cauces informativos. ¿Qué tiene que ver esto con la 'condición humana'? Pues que nuestra condición humana es una grotesca comedia en la que se exaltan fundamentalmente los valores y virtudes de los muertos. Pregunto: ¿Por qué no se magnificó la figura de Nelson Mandela cuando estuvo vivo? Nuestra condición humana sólo nos permite hablar bien de los muertos. Tristeza.

No hay comentarios:

Publicar un comentario