jueves, 7 de febrero de 2013

EL NADADERO DE PATOS

Es insoportable el olor putrefacto de la charca. Los patos sin embargo se sumergen en el cieno. Como patos andan los políticos españoles chapoteando en el cieno. Ha salido al aire libre el olor nauseabundo de la corrupción: Y ésta aparece tan generalizada, que podría hablarse de una cultura de la corrupción (el caso Bárcenas, la contabilidad oculta de los ERE, el caso Nóos, y 385 etcéteras más). Spengler distinguió ocho grandes formas de cultura a lo largo de toda la historia, pero olvidó una, a pesar de la aplicación de su método biológico: la cultura de la corrupción, un organismo viviente que brota, florece, se marchita y muere, pero, ah coño, un organismo que se desarrolla de forma cíclica, de manera que no llega jamás a desaparecer. El periodismo de investigación está sacando a flote la corrupción y la mierda. No se libra ningún partido político ni sindicato. La única solución (metafórica, naturalmente) es acudir al nadadero y apostarse en sus apestosas orillas con la escopeta cargada, a ver si se largan los patos y las aguas se tornan cristalinas y puras.

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