Lo que nos faltaba. Desde el episodio cinegético en Botswana, las redes sociales han atrapado noticias y rumores sobre las relaciones del rey con la "princesa" alemana. La chistera carpetovetónica ha echado a volar y la mitad de España se carcajea. Pero no está el horno para bollos. Hay más motivo de llanto que de risas.
1. La «pastilla milagrosa» de Angela Merkel, que socializa las pérdidas de los bancos, aprieta a los asalariados y deja a la ciudadanía sin el poder soberano que se le supone. (Josep Ramoneda, El País, 19-4-2012). Por no decir jodida. Mariano Rajoy se quita cada mañana la pasmada cara del susto con una dieta basada en esa pastilla.
2. Si François Hollande gana las elecciones francesas, que se preparen los ricos: un 75 % de IRPF es mucho IRPF. ¿Justicia social o castigo al rico? Los suburbios parisinos son muy sensibles a la diferencia. David Cameron, sin embargo, lo rebaja del 50 al 45 %. Inteligente. El dinero inglés volará fuera de Inglaterra con menos empuje que el de Francia. Quizá Rajoy no ande tan perdido con su "amnistía fiscal".
3. Esto de los ricos es una puta y repetitiva coordenada histórica: cada vez los ricos más ricos; cada vez los pobres más pobres. Ejemplo: Un directivo ganaba 30 veces más que un empleado en 1979 en EE UU., hoy 110. (En esta descontrolada España nuestra ni te cuento. Los bonus de los altos directivos bancarios lo cantan).
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