miércoles, 7 de diciembre de 2011

EL MÓVIL

Lo dicen los expertos. Últimas investigaciones. Emisiones de radiación peligrosas para la salud. Lugar del cuerpo en que vaya alojado el móvil. El peligro incide en el órgano más cercano. 
1. Se te calienta la oreja de tanto movilear, las radiaciones pueden producirte lesiones acústicas o, peor, pueden hacerte un agujero en el cerebro que quizá se convierta en la guarida de la tontuna, (tumor maligno que condiciona la recepción de la cordura).
2. En el trabajo aprecias falta de concentración o ligero dolor de cabeza, notas que la pantalla del ordenador parpadea más de la cuenta. No lo dudes: el móvil te está jugando una mala pasada.
3. Adviertes que la proximidad de la culifina de pelo amarillo que trabaja en el laboratorio te produce breves extrasístoles repentinas. No es su anatomía esplendorosa la que daña tu corazón: es el móvil el causante de tu alteración cardiorrespiratoria.
4. Te levantas el domingo, la lengua pastosa y los párpados orlados de ojeras protuberantes.Sientes pinchazos en el lado derecho del abdomen. No ha sido el Cardhu, no, el agente de tu flatulencia: ha sido el uso del móvil que va horadando los tejidos de tu hígado o de tu bazo.
5. Sin saber por qué, tienes que dirigirte con frecuencia a los baños, con inusuales ataques de incontinencia en la micción que hacen sonreír al conserje (piensa, el malaleches, que ya se te aproxima lo de la próstata). No han sido las cervezas —antioxidantes y todo— las que te inflaman la vejiga, no: es el uso del móvil que perjudica seriamente los tejidos de tus riñones.

6. En fin. Adviertes, alarmado, que tus partes pudendas abultan más de la cuenta. El personal (mayormente femenino) echa un disimulado vistazo a tu bragueta cuando te cruzas con él por el pasillo. El aumento del paquete no se debe a un efecto inversamente malsano de la criptorquidia, no: es el uso tontorrón del móvil cuyas radiaciones producen un calentamiento de tus testículos, agobiados por su campo magnético.
(La gente antigua desconocía el móvil ¡y podía vivir!)

No hay comentarios:

Publicar un comentario