lunes, 17 de octubre de 2011

DEMAGOGIA

Recibo un correo electrónico en el que me informan de los recortes en la Sanidad (Pública).
La salud de las personas es una carga para las arcas de los gobiernos.
¿Una carga?
¿Para qué pagamos impuestos?
Una carga. No hay dinero. Crisis.
¿Crisis? 
¿De dónde salen los euros para pagar un Parlamento europeo,
para pagar un Parlamento nacional,
para pagar un Senado,
para pagar un Parlamento autonómico,
para pagar unas Diputaciones provinciales,
para pagar unas Mancomunidades regionales,
para pagar unas Alcaldías locales,
para pagar viajes de eurodiputados, ministros, presidentes autonómicos y alcaldes,
para pagar pensiones vitalicias cuantiosísimas a senadores y diputados,
para pagar jubilaciones y bonus obscenos a altos ejecutivos,
para pagar el deslumbrante número de coches oficiales (de gama alta)?

Mi comunicante asegura que prefiere tener un cirujano y un anestesista. No prefiere tener un político felicitándose por las cosas que ha hecho para 'levantar' el país.

(Si me llamas demagogo, te diré que me estás contando un chiste —malo).


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