Después de las sobrecogedoras imágenes con que los medios nos han aterrorizado estos días, después del dolor y el llanto y el luto en que se ha sumergido el esplendente verdor de Galicia, después de la tragedia, el vacío y la nada, después de todo eso, queda la métrica elegía del soneto con que Cruz Díaz acompaña la tragedia.
Galicia en sombra de
silencio y muerte,
Galicia abierta en sangre amanecida,
Galicia ya sin alba, ya sin vida,
abrazando la estrella de tu suerte.
Un paisaje de tren: penumbra inerte,
desgarró el horizonte de tu herida
como un llanto de luna oscurecida
que amaneció en la noche para verte.
Galicia de la ausencia enamorada,
Galicia de pasión, Galicia oscura,
Galicia, grito de tu voz callada.
Hoy te florece el llanto de tu hondura;
hoy cabalga en la piel de tu alborada
un Santiago de luto y amargura.
Galicia abierta en sangre amanecida,
Galicia ya sin alba, ya sin vida,
abrazando la estrella de tu suerte.
Un paisaje de tren: penumbra inerte,
desgarró el horizonte de tu herida
como un llanto de luna oscurecida
que amaneció en la noche para verte.
Galicia de la ausencia enamorada,
Galicia de pasión, Galicia oscura,
Galicia, grito de tu voz callada.
Hoy te florece el llanto de tu hondura;
hoy cabalga en la piel de tu alborada
un Santiago de luto y amargura.




