viernes, 19 de abril de 2013

LA FUNDICIÓN DE ISABEL PANTOJA

Carita de virgen, cal de blanqueo
No es que la Pantoja sea de hierro, no. Pero no se me ocurre otro sinónimo adecuado a la acción y efecto de fundirse. Derretimiento suena mal, a gastroenteritis ulcerosa, cosas así. Licuación suena demasiado científico, a redoma de polvos químicos. Aunque no deja de convenir lo de 'licuar' si se tiene en cuenta que la han retirado de la circulación museística sin que se derritan las demás materias con que se halla combinada, es decir, la pasta. Así que me he quedado con lo de 'fundición' para comentar que la han fundido. Ya es mala serte. La Pantoja no ha tenido suerte en la vida. Paquirri se le va en la flor de la juventud. Deja un Paquirrín que más que hijo del torero parece un clochard, con el look del falso pobre, que diría Bukowski. Va de viuda tonadillera por la vida y no se le ocurre nada mejor que casarse con Julián Muñoz, un excamarero que, a la sombra de Jesús Gil, saqueó el Ayuntamiento de Marbella, supuestamente. La Pantoja supuestamente también ha participado en el saqueo, y le ha caído cárcel y multa gorda. Lo peor ha sido la retirada de su imagen de cera. En el museo no quieren chorizas. Lo probable es que su imagen peliculera se derrita en los almacenes del museo. O la conviertan en velitas para iluminar el blanqueo de capitales. 
No me resisto a agregar el comentario de mi amigo RustyAndecor: «Que te lo dije; que los museos de cera suelen atraer al público porque reúnen (además de las glorias de la historia) a toda una camarilla de psicópatas, asesinos, genocidas, ladrones, pervertidos; acuérdate de la cámara de los horrores. ¿Por qué no una folklórica choriza? ¡con el glamour que eso le da a un museo de cera! ¿Que quieren quedar allí, a los salvadores de la patria y del pensamiento? ¿a los santos de la Iglesia? Pues yo, si no hay una "cámara de los chorizos" no voy al museo. »

1 comentario:

  1. Que te lo dije; que los museos de cera suelen atraer al público porque reúnen (además de las glorias de la historia) a toda una camarilla de psicópatas, asesinos, genocidas, ladrones, pervertidos; acuérdate de la cámara de los horrores. ¿Por qué no una folklórica choriza? ¡con el glamour que eso le da a un museo de cera! ¿Que quieren quedar allí, a los salvadores de la patria y del pensamiento? ¿a los santos de la Iglesia? Pues yo, si no hay una "cámara de los chorizos" no voy al museo.

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