jueves, 31 de octubre de 2013

¡VIVA LA LIBERTAD VERBAL!

Este rollo patateramente erudito viene a cuento de que hace pocos años, oh lector, leí en un diario de tirada nacional que «doce profesores y quinientos alumnos acaban de pasar una semana en la Universidad de Huelva debatiendo sobre lo escatológico». Sobre la mierda, vamos. La mierda sienta cátedra, decían los titulares en negrita tipo 26. Bien está. La palabra tabú empieza a aparecer impresa y todo el amplio campo semántico que la rodea (cagar, cagalera, cagarruta, cagadero, cagancha, cagada…) invade los diversos estratos sociales y los interlocutores se dejan en paz de eufemismos y lindezas. Siguiendo la docencia de la Universidad de Huelva no dudes, oh lector abnegado, que llegará el momento en que las Señorías del Congreso pidan permiso para ausentarse de la sala por apretujones de cagalera y que el señor presidente de la Cámara los autorice con un sonoro ‘puede su señoría irse a cagar’. Al fin y al cabo, el término no puede parecer grosero en el contexto del hemiciclo nacional dada la considerable cantidad de mierda que a diario se sueltan ad invicem los señores diputados. No hay más que recordar la sesiones  matutinas en las que se debaten cuestiones trascendentales tipo crisis, Bárcenas dinero negro, ere's y todo el tinglado político. Pataleos, abucheos, insultos y descalificaciones. Las sesiones  mantienen las características de una olorosa (escatol) cagada. ¡Viva la libertad verbal!

miércoles, 30 de octubre de 2013

¿EXISTE LA EDUCACIÓN DE LA PALABRA?

No hay educación de la palabra o, al menos, no hay cultura de la palabra. La palabra se utiliza, en tanto en cuanto recurso vital, para ocultar el pensamiento. Quizá ello se deba a la misma proliferación de la palabra. El oro es valioso no por su naturaleza áurea sino por ser un mineral escaso. Si fuese tan abundante como el agua el índice monetario tendría que buscarse un nuevo valor referencial. Precisamente la devaluación de la palabra tal vez obedezca a esa abundancia verborreica asentada en cualquier medio de comunicación. De ahí su empobrecimiento. Contribuye a ello también su misma esencia fugaz. La palabra nace y muere simultáneamente y su cadáver diminuto va a engrosar el cementerio de lo efímero. Verba volant. Scripta manent. Aunque no sabe uno por cuánto tiempo permanecerá la palabra escrita. La iconoclastia ortográfica se abre paso a velocidad cibernética. Para qué el empeño de la ortografía. Para qué la implantación de unas reglas de uso obligado cuando la práctica diaria las va arrojando al cubo de la basura escrita. Quizá tuviera razón García Márquez cuando se manifestó a favor de la abolición de la ortografía, esa esclavitud escolar supeditada al latigazo del suspenso. Con la utilización del móvil se han hecho añicos las reglas ortográficas. La economía lingüística de André Martinet se está convirtiendo en economía ortográfica de uso irreversible. MNSJS D MV.hl conxi.a dixo mikl q xq no t viens sta noxe xa ca.cnt.no t kds en cas. t kiero. 1b. (Supongo que habrá que traducirlo: MENSAJES DE MÓVIL. Hola, Conchi!. Ha dicho Mikel que por qué no te vienes esta noche para acá. Contesta. No te quedes en casa. Te quiero. Un beso). Definitivo. El 1b es la puntilla de la ortografía y la estructura labial de la palabra.



martes, 29 de octubre de 2013

¿QUIÉN ESTÁ EN POSESIÓN DE LA VERDAD?

Nadie ha conseguido deslucir la verdad tan a fondo como los políticos españoles están haciéndolo estos días. Porque supuestamente fundamentan su ganancia política no en el esclarecimiento de la verdad sino en el desarrollo de su contrario: la mentira. La realidad se aparta de los hechos con la mentira y entra en juego la lógica del lenguaje, que no es en sí una realidad sino una apariencia con la que se pretende disimular la realidad. De modis significandi escribió Tomás de Erfurt en el siglo XIII para comentar las triquiñuelas que pueden llevarse a cabo con una utilización partidista del lenguaje, es decir, con el uso enfatizado de la mentira. Es algo parecido a la doble verdad averroísta: por carecer de valor una afirmación en uno de los contrarios no ha de valer necesariamente en el otro. O lo que es lo mismo, hablando en plata: el hecho de que sea mentira (carecer de valor) la afirmación acusadora de Bárcenas contra Cospedal no garantiza la verdad en la afirmación acusadora de Cospedal contra Bárcenas.
Ay, la verdad. En solemnes hexámetros expone Parménides los principios que desarrollan el camino de la verdad. «Se ha de pensar y decir siempre que sólo el ser es; en cambio la nada no es». No se trata, aunque lo parezca, de una simple tautología. Según los comentaristas filosóficos, Parménides conceptúa al ‘ser’ como opuesto al ‘devenir’, es decir, opuesto a ‘lo que puede ser’, a la nada; porque lo que puede ser todavía no es. Con la intervención conceptual de Parménides concluimos que la verdad es lo que es. Excluimos, pues, de su ámbito lo que puede o pudo ser. En fin, tanta comisión de investigación, tanto deseo de que se conozca la verdad, tanta palabra, tanta frase, tanta declaración, para ir a parar siempre a lo mismo: a lo que puede o pudo ser. A la nada. ¿Y la verdad? (Mientras, el ciudadano a verlas venir).

miércoles, 23 de octubre de 2013

VIVÍS DE MI DINERO, TÍOS

Los cráneos privilegiados que dirigen mi destino (los gobiernos), o los de quienes me defienden (los sindicatos), o los de quienes pretenden que me crea la cultura, son cráneos colocados encima de un cuerpo que consume ingentes  cantidades de dinero que, en realidad, es mío, porque los erarios públicos se nutren de mis impuestos. Me entristezco pues cuando observo que los enjambres que elaboran la melaza del Gobierno Central y de las Autonomías,  los de las Diputaciones y Ayuntamientos liban sin cesar en la flor de mis impuestos y me dejan reseco y sin alimentación propia. Exhausto.
Pero  también ocurre lo contrario, es decir, mi ánimo exulta lleno de alegría y, quieren creerme, hasta doy saltos de puro contento cuando admiro las aceras de todos los pueblos de España, y sus paseos y farolas, y sus parquecitos con sus bancos, y las residencias de la tercera edad, y las casas de cultura, y los pabellones deportivos, y las piscinas municipales, bar incluido, porque pienso que son míos: han sido construidos con mi dinero. Me siento como un rico bien trajeado de posesiones. Tranquilo. No hay pues que encabronarse porque el personal de las instituciones públicas viva de mi dinero. Hay que refocilarse porque todo es mío. Hasta la Roja es producto de mi dinero. (Jo, y yo sin enterarme.)

lunes, 21 de octubre de 2013

OTRA EMPRESA DE CHORIZOS

Hojeo las páginas de El Mundo de hoy, día 21 de octubre, y me sorprendo: «Una empresa de chorizos vincula los escándalos de los ERE y UGT». ¡Cómo! Los chorizos nos rodean de forma dispersa, surgen como las setas de este otoño revuelto, en Valencia, en Baleares, en Cataluña, en Galicia, en Andalucía, en Extremadura, en Madrid, en gobiernos Autonómicos, en Diputaciones, en Mancomunidades, en Ayuntamientos, allí donde haya un asentamiento político, allí aparecen chorizos como aparecen los restos de homínidos en los asentamientos protohistóricos. Lo característico del chorizo es el choriceo, la acción y efecto de choricear, una acción social realizada por el bien del pueblo, que para eso se sacrifican democráticamente, el bien del pueblo (juá, juá), y un efecto particular asentado en los beneficios individuales que sacan de ese sacrificio por el bien del pueblo. Así que los ERE y UGT. Y luego van los ugetistas e increpan a la juez Alaya por ir bien vestida y parecer una muñequita de porcelana. 
(Me he colado, tú, que la empresa con la que choriceaba UGT era una verdadera empresa de chorizos, la sociedad "Pema Embutidos y Jamones", y yo pensando que los chorizos eran los políticos. Pobres).

lunes, 7 de octubre de 2013

LOS COCHES VIEJOS DE CATALUÑA

Por fin, parece que el Gobierno va a permitir que la DGT no nos multe por circular a 130 km/h. En marzo va a aprobarse el nuevo Reglamento de Circulación y entrará en vigor la normativa de los 130 km/h. Pero, ojo, el Gobierno vigila de cerca y, como procura solamente nuestro bien, circular a 130 será solo en algunos tramos de autovía o de autopista y siempre que existan buenas condiciones climáticas. O sea, que vas tan contento escuchando algún concierto de Corelli, acostumbradas tus referencias neuronales a los 130, y de pronto, alto, reducción de velocidad en ese tramo, ni te enteras, sigues a la misma velocidad, pero ahí está la policía de tráfico para salvarte, el agente te indica amablemente el arcén, te detienes, y señala el cielo, miras su dedo, miras el cielo, y qué, le dices, está nublado, negros nubarrones se acercan, responde muy muy amablemente, cambio probable de las condiciones climáticas, lluvia, o sea, que llueve, usted circula a 130 km/h y no puede ir a esa velocidad. Consecuencia: amablemente te denuncia y tú, pardillo mojado, a pagar la multa. Multas de las que se verán libres los catalanes porque han dicho poco más o menos lo siguiente:  «Cataluña no subirá a 130 kh/h la velocidad alegando que sus coches son más viejos». Y yo que pensaba que Cataluña había salido del tercermundismo hace años, y que ahora poseía un parque móvil nuevo, reluciente. Qué equivocat anava!