lunes, 21 de octubre de 2013

OTRA EMPRESA DE CHORIZOS

Hojeo las páginas de El Mundo de hoy, día 21 de octubre, y me sorprendo: «Una empresa de chorizos vincula los escándalos de los ERE y UGT». ¡Cómo! Los chorizos nos rodean de forma dispersa, surgen como las setas de este otoño revuelto, en Valencia, en Baleares, en Cataluña, en Galicia, en Andalucía, en Extremadura, en Madrid, en gobiernos Autonómicos, en Diputaciones, en Mancomunidades, en Ayuntamientos, allí donde haya un asentamiento político, allí aparecen chorizos como aparecen los restos de homínidos en los asentamientos protohistóricos. Lo característico del chorizo es el choriceo, la acción y efecto de choricear, una acción social realizada por el bien del pueblo, que para eso se sacrifican democráticamente, el bien del pueblo (juá, juá), y un efecto particular asentado en los beneficios individuales que sacan de ese sacrificio por el bien del pueblo. Así que los ERE y UGT. Y luego van los ugetistas e increpan a la juez Alaya por ir bien vestida y parecer una muñequita de porcelana. 
(Me he colado, tú, que la empresa con la que choriceaba UGT era una verdadera empresa de chorizos, la sociedad "Pema Embutidos y Jamones", y yo pensando que los chorizos eran los políticos. Pobres).

1 comentario:

  1. Ellos pensaron y lo propusieron: "¿Qué montamos para choricear?". -"Coño, pues una empresa de chorizos" -responde el "águila" de turno. Podían haber puesto un vídeo-club, de tapadera, y nadie hubiera dicho "¿un vídeo club? si eso ya no existe". ¡Pues no, van y ponen una empresa de chorizos! ¡Que no, que los políticos son unos santitos y unos pardillos, ahora les ganan todos esos...! (pero si ya huele hasta en Estrasburgo - ¡Sabe Dios...!)

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