NEUROMERCADEO
(Si compras caro, disfrutas más)
Impacto del mercadeo sobre el cerebro. No quisiera meterme en camisa de
once varas (en este caso la camisa es de corte médico, neurofisiológico). Resulta que los investigadores de
la universidad de Stanford y del Instituto de tecnología de California han
descubierto que inflar el precio de un producto produce mayor actividad en un área específica del cerebro llamada
«corteza medial orbitofrontal». Neuromercadeo. Los comerciantes lo aprovechan
para manipular nuestras neuronas y hacernos picar en la adquisición de
productos que, sin ser caros, nos los venden como caros. ¿A qué se debe esto,
es decir, a qué se debe que nos dejemos engañar como chinos? Pues simplemente
se debe a las reacciones de nuestra corteza medial orbitofrontal. Porque, oh
sorpresa, en esta área específica del cerebro es donde se halla agazapada
nuestra percepción del placer, del deleite y del bienestar. Los investigadores
hallaron que al gentío le gusta más el vino tinto caro que el barato (a mí
también), y que cuando se bebe vino caro tinto la zona neural de nuestra
corteza medial orbitofrontal reacciona proporcionándonos placer y deleite. Pero
resulta, y aquí está la trampa manipuladora de los comerciantes, que ‘ese’ vino
tinto no es más caro por ser mejor sino porque ellos lo encarecen. Esta
diferencia cualitativa la ignoramos los consumidores. Y tan sólo por el hecho
de ser caro un producto nos parece mejor (aunque sea malo), y lo consumimos con
el ego inflado de un sabroso placer estimulado por la corteza medial
orbitofrontal. Si dejamos el vino y trasladamos nuestra pretensión de placer a
la ropa, al calzado, a los restaurantes de lujo o a los automóviles, vamos, que
la dicha corteza sufre una actividad frenética, no hay más que ver al tipo/a
que conduce un Jaguar XF o un Mercedes SL.
En fin, que los ricos deben de tener la corteza cerebral llena de deleite
porque pueden disfrutar de cosas caras
(aunque sean de mala calidad), mientras
los pobres (que también tienen cerebro con área específica de corteza medial
orbitofrontal) se deleitan con las gangas del mercadillo.
Por esto de la corteza, quizá, los que tienen dinero disfrutan tanto
siendo ricos.