(Bécquer y Marx)
El rayo de luz de luna es tímido y pálido
porque así lo decidieron los poetas
mucho tiempo antes de que Bécquer escribiera sus Rimas.
Los obreros eran tímidos y pálidos
antes de que Marx escribiera El Capital.
Después de Marx
los obreros son atrevidos e insolentes
para irritación del Tratado de Maastrich.
Después de Bécquer
los poetas son pretenciosos y sublimes
para irritación de las editoriales.
Tanto unos como otros cavan su propia tumba.
(El romanticismo colocó el rayo de luna
en la ornamentación de los cementerios).
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