Se disponía a cruzar el paso de cebra. El
semáforo verde lo permitía. Un coche conducido por una chica invadió el paso peatonal y estuvo a punto de atropellarlo. Al tiempo que saltaba para evitar el
accidente, golpeó con la palma de la mano la carrocería del coche. La chica
frenó bruscamente. Mostraba un rostro irritado, anguloso, asimétrico y sombrío,
a juego con el desaliño del cabello.
-¿Qué pasa contigo, viejo?
-No has respetado el semáforo rojo.
-Anda, mira el viejo éste.
Sin tener en cuenta la deixis, replicó:
-La vejez es un proceso natural; la fealdad es un
estado permanente.
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