miércoles, 26 de junio de 2013

EL MISTERIO DE LA FINCA EMBRUJADA

La infanta Cristina oculta su amargura tras las gafas
Venga, que no, que no voy a hablarte de Eduardo Mendoza. Aunque sus novelas sean de lo más "legible" que puedes encontrar hoy día. (Los instruidos utilizan el galicismo 'a día de hoy'). Veo al ministro Montoro como a un doctor Sugrañes capriciego que, por no dirigir sabiamente el manicomio, echa a la calle al locuelo recluido en dicha institución para que sin un euro en el bolsillo investigue, muy al estilo de la vieja novela picaresca española, El misterio de la cripta embrujada. Le atribuyen a la infanta Cristina la venta de 13 fincas en los años 2004 y 2005, y todo sigue siendo un misterio. El anónimo detective de El tocador de señoras debería investigar ahora este misterio no de una finca embrujada, sino de 13 fincas embrujadas. Resulta que la atribución de venta que la Agencia Tributaria encasquetó a la infanta es falsa. Y va Montoro, responsable directo de la Hacienda Pública española, y dice que la culpa del error la tienen los notarios y registradores, porque Hacienda obtiene la información patrimonial de los contribuyentes a través de esos augustos señores. ¡Ostras, que estamos vendidos, tío! El piso, la casa, el huerto, el olivar, cuanto posee el indefenso ciudadano depende del batiburrillo, estilo Mortadelo y Filemón, que se agita entre las oficinas de esas tres egregias e intimidantes instituciones. Y encima pretenden que haya claridad tributaria y que el personal no se escaquee (si puede, cosa sumamente difícil) a la hora de presentar la declaración de la renta. ¡Bien nos tienen pillados por los cataplines! Joé, tú.

martes, 25 de junio de 2013

RELATO DEL COCHE DISKOTEKA

El coche diskoteka, con k de kilo, muestra la tendencia que los nuevos modelos automovilísticos imponen durante el año y ahí lo tienes, ese modelo de pequeño tamaño, motor poderoso y altavoces ensordecedores que expanden decibelios por plazas, jardines y glorietas para mostrar la chulería de los usuarios y el cabreo de los paseantes. Hay quien apoda a los coches diskoteka con la sorprendente denominación de 'coches castillo', más que nada por el fantasma que suelen llevar dentro. Y, en efecto, el individuo conductor apoya el brazo en la ventanilla, gira el volante con la palma de la mano, peina cabellera hirsuta y engominada, luce el look de esa mirada con glamour que desprenden unas gafas falsas de Emporio Armani y te perdona la vida en el semáforo.  A todo esto, sus altavoces retumban con un tecno pop apabullante y galáctico. Así que no pude más. Bajé la ventanilla de mi coche. Coloqué en la disquetera el DVD con los Conciertos de Celo y orquesta, de Haydn, y seleccioné el celo concerto nº 1 en C mayor con el volumen a tope. Los acordes se oían en tres kilómetros a la redonda. El tipo me miró sorprendido y no entendió que yo hubiera convertido mi coche en una sala de conciertos. Así que levantó el dedo corazón de su mano izquierda, para despedirme, y arrancó a toda pastilla. El pumba-pumba-pum de su coche diskoteka no fue capaz de imponerse a los acordes clásicos. Ni su dedo a mi mueca burlona.

viernes, 21 de junio de 2013

NIETZSCHE NO ESTABA TAN PIRAD0

Hoy voy a clavar al lector una de filosofía. Ahora que el ministro Wert, a través de la LOMCE, naturalmente, prefiere que el personal no se acostumbre a pensar, costumbre por lo demás peligrosa sobretodo para quienes no quieren que los demás pensemos, ahora pues, repito, que el ministro Wert va a eliminar la filosofía (y la música) de los estudios secundarios, pues va y se me ocurre hablar algo de Nietzsche. Que no fue un resentido paranoico debido a la influencia negativa de su padre, pastor luterano, a pesar de preconizar "la muerte de Dios". Escribe sobre la decadencia y retroceso del poder del espíritu. Nihilismo pasivo. Todos los valores creados por la cultura occidental son falsos, son la negación, la "voluntad de la nada". Surge entonces la voluntad de poder. Este tipo de nihilismo está a punto de llegar: el pesimismo, la decadencia y el agotamiento generales. Pero, coño, (esto no lo dice Nietzsche) resulta que estos valores no se derrumban por sí solos, sino que son destruidos por "la voluntad de poder". ¿Cómo? ¿La voluntad de poder? Ah, ya. Los grandes grupos financieros mandan sobre los políticos y los "obligan" a gobernar bajo su dictado. Nihilismo democrático. De ahí la deuda soberana, la prima de riesgo, la crisis económica y la descomposición del estado de bienestar. Y de ahí que todo cuanto nos cuentan sean cuentos (valga la paronomasia).

viernes, 14 de junio de 2013

MESSI NO SE HA CAÍDO DE UN GUINDO

Los medios de toda España, los medios de todo el mundo mundial, hablan de Leo Messi. Pocos lo defienden, salvo Sandro Rosell. Qué otra cosa iba a hacer su president. Pero la masa española (y casi toda la futbolera) está más cabreada que sorprendida. No es para menos. ¡Qué avaricia! ¡Qué codicia injustificada! Porque Messi, con su cara de monaguillo preconciliar, se calza el tío 35 millones de euros anuales. 13 millones de salario del Barcelona F.C. (libres de impuestos), y 22 millones por derechos de imagen (sujetos a tributación, y que no ha tributado). Y como a su padre, don Jorge Horacio Messi, le parece poco lo que ganan, pues va y defrauda a la Hacienda Pública española. Y Messi pues como que se ha caído del guindo. No sabe nada. Pero no. No se ha caído. Él, tan number one, tan humilde, tan sencillo, tan líder, después de su mayoría de edad ha firmado los presuntos falsos contratos cedidos a empresas radicadas en paraísos fiscales. Era conocedor de lo que hacía. Caupolicán también fue líder de los Mapuches, en las riberas del Arauco, era el número uno por su gran fortaleza física y valentía. «¡El Toqui, el Toqui!», clamó la conmovida casta (según Rubén Darío). Cometió el grave error de dejarse atrapar. Fue hecho prisionero y el capitán Reinoso lo condenó a morir empalado. ¿Y qué tiene que ver Caupolicán con Messi? Oh, nada, solo que Messi también ha cometido el grave error de dejarse atrapar. 

miércoles, 12 de junio de 2013

LA TORPEZA DE LOS ESPAÑOLES

Los españoles somos torpones. Impulsivos, valientes, engreídos y envidiosos. Pero torpones. Entendemos escasamente la profunda (y benefactora, juá, juá) dimensión de los acontecimientos políticos y económicos que asolan nuestro país. ¿Asolar? No hombre, no. Ningún acontecimiento actual va destruyendo poco a poco nuestra amada patria. Habrás querido decir "asolear". Una errata. Vale, disculpado. Eso es lo que contenta a los españoles (y no digamos a las españolas): ponerse muy morenos por haber andado mucho tiempo al sol. Moreneces de playa. Tumbonas al sol y chiringuitos. Eso es vida. Así y todo, el 63'7 % de los españoles no entendemos nada. Me refiero a que no comprendemos el por qué de los acontecimientos políticos y económicos con que los medios marean la perdiz diaria. Por ejemplo, no entendemos que los políticos de la Junta de Andalucía no sepan nada de los ERE's (Gaspar Zarrías dixit) solapados bajo los testaferros reclutados por Ali Chedli, zumba cojones. Los españoles no entendemos por qué se airea ad nauseam el caso Urdangarín, o el de Bárcenas que, además de los sobres, también ha blanqueado dinero con cuadros de arte. En la cárcel deberían estar ya ambos. ¿Qué pasa? Que la torpeza empuja a los españoles a no comprender el enorme sacrificio que los chorizos han hecho por el bien de la patria. De manera que no se les puede meter en la cárcel así por las buenas. Hay que juzgarlos mucho. Años. 

domingo, 9 de junio de 2013

EL SONETO DE LAS CAGADAS LITERARIAS

Mi amigo Cruz anda sofocado por un cabreo sordo repentino y visceral. Me escribe lo siguiente:
Hola, Juan. Me enfadé esta mañana leyendo, por casualidad, en un periódico, que la señora Carmen Bazán, ex de Humberto Janeiro y madre de Jesulín de Ubrique, ha tenido el atrevimiento, influida quizá por el negocio del famoseo, de escribir un libro contando su vida. Con todo mi respeto hacia su analfabetismo relativo, estoy seguro de que esta señora no tiene ni un ápice de capacidad literaria. Pero no es la única. Cada día aparecen nuevos y atrevidos escritores de libros sin tener ni puñetera idea de escribir. Bajo la influencia del enfado, me salió este soneto con aspersión escatológica.

¡A escribir todo el mundo! es la llamada,
que nadie se nos corte en la escritura,
que está la pobre y fiel literatura
dispuesta a recibir cualquier chorrada.
¡A escribir! ¡A escribir! No pasa nada.
Que escriba el ignorante sin mesura,
el lelo, el tonto, el raro, el caradura.
Que cada cual defeque su cagada.
¡Qué falta de respeto a la cultura
y al arte de escribir! ¡Qué vicio insano
de llenar los papeles de basura!
Antes de hacer sandeces con la mano
es más culto que caguen la espesura
de cien plumas de mierda por el ano.


miércoles, 5 de junio de 2013

ANTONIO MUÑOZ MOLINA Y SU BARBA

Si hay algo que no me gusta de Muñoz Molina, entre otras cosas, es su barba. Una barba que supongo limpia, por Dios, pero que le da un aspecto de clochard que, a mi parecer, no le corresponde. Un hombre de letras como él (no le gusta que lo llamen intelectual, y lo es) debería presentar un semblante menos cerrado, más en consonancia con el aleteo de las palabras. Y mira que las conoce bien. Y las domina. Y las doma para que se alineen en la frase exacta. Menos mal que la inteligencia de su mirada equilibra el desencaje de la barba. Porque no a todo el mundo le cae bien la barba. Cuando en 1988 leí El invierno en Lisboa, yo regresaba de la capital portuguesa. Aquella historia de amor, fatalidad y deseo se incrustó en mis recuerdos y me hirió, en el sentido literario. Desde entonces, he seguido la trayectoria de Muñoz Molina y leído todo cuanto ha escrito, si puede admitirse la hipérbole expresiva. Novela, ensayo y artículos de prensa me han nutrido. Me alegro, pues, de que le hayan concedido el Príncipe de Asturias de las Letras. Es algo así como si uno hubiera acertado en la elección de autor. Pero, por favor, que se afeite esa barba de bandolero decimonónico de Sierra Morena.

martes, 4 de junio de 2013

EL CAPULLO QUE QUISO VOLAR CON LAS GAVIOTAS

Así como un terreno en el que abundan los olivos es un olivar y otro en el que crecen los melones es un melonar, no veo por qué el arbusto en el que brotan los capullos no pueda ser un capullar. Pues no señor, no lo es. Por esas veleidades enigmáticas del lenguaje, el término  capullar no se encuentra recogido en las páginas lexicográficas de la Docta Casa (DRAE). Y mira que es antiguo lo de capullo. Corominas lo data en 1490, resultado probable de un cruce entre ‘capillo’ y ‘cogulla’. Se encuentran étimos relacionados, como capucha, capuchino, capuchón y encapuchar, todos con significados referentes a capa o manto, y al antiguo capuz con el que se cubrían la cabeza. Pero de ‘capullar’, nada. Sin embargo, capullos, lo que se dice capullos, desde el siglo XV para acá, un montón.
España es un capullar. ¿Qué otra cosa, sino un capullo del abundante capullar político es el brote florido de la subida del IVA? Va Rajoy y dice que no lo va a subir, pero que lo "Explorará" como pide la UE. Y un capullo azulón, reventado de la glicinia de las frases, es este: La bajada del paro y el aumento de la afiliación a la Seguridad Social "confirman que la política económica del Gobierno es la adecuada". También el cielo es adecuado para las gaviotas. ¿O no? Además, España tiene autonomía y no está en manos de la troika, dice. Capullo.